Comedores comunitarios reclamaron alimentos en Paladini y exigen que se concrete el Banco de Alimentos en Villa Gobernador Gálvez

La Mesa contra el Hambre de Villa Gobernador Gálvez, que nuclea a cerca de 40 comedores y merenderos comunitarios, volvió a reclamar este lunes por la falta de alimentos que afecta a miles de familias de la ciudad. La organización sostuvo una reunión y luego una movilización frente al Frigorífico Paladini, ubicado en San Luis y Piazza, para exigir respuestas y mayor acompañamiento.

Una red que sostiene a miles de vecinos

Los comedores de la ciudad funcionan casi a diario y entregan entre 150 y 200 raciones por espacio, en un contexto de creciente demanda. La Mesa se reúne una vez por semana en una oficina prestada por ATE para coordinar estrategias y garantizar el plato de comida para los sectores más vulnerables.

Según explicaron sus referentes, existen acuerdos informales con algunas empresas locales que, bajo programas de responsabilidad social empresaria (RSE), se comprometieron a colaborar con alimentos. Sin embargo, ese aporte resulta “insuficiente frente a la magnitud de la necesidad actual”.

Paladini y ex Swift: ayuda limitada

Los comedores se movilizaron al frigorífico Paladini y anteriormente habían hecho gestiones similares en el Swift. En ambos casos, la respuesta fue prácticamente la misma: asistencia mínima que no alcanza para cubrir la demanda diaria.

“Necesitamos soluciones estructurales. Hoy hay familias que deambulan por la ciudad buscando un plato de comida porque los comedores se llenan”, expresaron representantes de la Mesa.

Un Banco de Alimentos Municipal que nunca se implementó

La principal demanda de los comedores es la puesta en marcha del Banco de Alimentos Municipal, aprobado por el Decreto 1252 del año 2019 pero que aún no se implementó. Sostienen que esta herramienta permitiría ordenar la distribución, aprovechar donaciones locales y garantizar abastecimiento constante.

Actualmente, las empresas alimenticias de la ciudad aseguran que colaboran enviando donaciones al Banco de Alimentos de Rosario. Pero para que los comedores de Villa Gobernador Gálvez puedan recibir ayuda desde allí, deben abonar una cuota mensual de 98 mil pesos, un monto imposible de afrontar para la mayoría.

“Lo lógico es que los alimentos que donan las empresas de la ciudad queden en la ciudad, para nuestros vecinos que hoy la están pasando muy mal”, remarcaron desde la Mesa contra el Hambre.

Una demanda urgente ante la crisis

Con jubilados, trabajadores desocupados y familias que no logran llegar a fin de mes, los comedores advierten que la situación “se agrava semana a semana”. Por eso piden que el municipio active el Banco de Alimentos y genere una política sostenida para contener la emergencia alimentaria.